domingo, 20 de abril de 2014

La tierra de las cuevas pintadas

Título: La tierra de las cuevas pintadas (Los Hijos de la Tierra 6)
Autor: Jean M. Auel
Editorial: Maeva
ISBN: 978 - 84 - 15120100
Leído: Sí.

El argumento de este sexto libro de la serie Los Hijos de la Tierra es el siguiente:
"Hace ya muchos años que Ayla, la niña cromañón, fue expulsada del Clan del Oso Cavernario y que inició su largo viaje por todo el continente europeo. Finalmente, en este libro, La tierra de las cuevas pintadas, se ha establecido en la cueva de donde procede su compañero Jondalar, con quien ha tenido una muy deseada hija llamada Jonayla. La joven lucha por encontrar un equilibrio entre sus nuevas obligaciones como madre y su preparación para convertirse en líder espiritual y en curandera. Durante su formación queda muy impactada al contemplar las maravillosas pinturas que se encuentran en algunas cuevas y le ayudan a sentirse especialmente cercana a la Madre Tierra".

Este último libro lo he leído con muchas ganas, pero en ciertos aspectos me ha decepcionado. (Cuidado con los spoilers, si los oculto posiblemente tenga que ocultar toda la entrada, así que aviso y los dejo al aire).

En este último libro llegamos con una Ayla que ya está integrada entre los zelandonii, que además se ha casado con Jondalar y tiene su hogar y todas sus cosas. Además, se mete en la zelandonia y se prepara para ser Zelandoni (o no, porque eso no se sabe, pero en su caso parece algo inevitable). Esperaba encontrar problemas con todos los personajes que en el anterior libro dejaron claro que le tenían aversión a ella o a Jondalar, o a los dos.
Pero al final eso casi no ha pasado, y me da la sensación de que en la mayor parte de este libro (y del anterior) se nos hace creer que toda esta gente va a dar muchos problemas y que van a pasar muchas cosas, y luego eso es la mínima parte del libro, y hacia el final. Y pasa poco. Marona bien que crea problemas (aunque tampoco tanto como esperaba, porque aquí veo un claro culpable en Jondalar), pero Laramar, Madroman y Brukeval no hacen nada como quien dice. A última hora salen todos ahí a mogollón.

La gran mayoría del libro nos la pasamos viendo cuevas y pinturas, y cansa un poco. Menos mal que salen otras personas, reuniones de verano, y además algunos personajes que yo había pensado que quería que aparecieran, pero que no pensaba que aparecerían (y no diré quiénes, jejeje). Aunque a estos personajes esperaba que los aprovecharan muuuuuuuuucho más, que salieran más, que hicieran más cosas, ALGO. A tener en cuenta en este libro que hay salto temporal, creo que eran 4 años.

En el tema de la pelea entre Ayla y Jondalar al final, de nuevo no entiendo a Jondalar. Mucho te quiero y mucho te necesito sólo a ti, y luego me voy con la otra a desfogarme. Pero bien que se pone celoso nada más que parezca que Ayla muestra el mínimo interés en otro. Y encima que ella no elige a nadie más, va Jondalar y la caga. Es que a quién se le ocurre, de verdad, ¿se puede ser más egoísta? En fin, y luego con toda esta historia me pasa lo mismo que en el tercer libro: al final todo muy bonito, todos nos queremos mucho y qué fácil y qué bien. Mmm, no me convence a mí eso, así tan fácilmente. Y además tan parecido. Incluyendo el salvamento del alma de Ayla con las dichosas raíces.

En este libro se aprende mucho sobre la zelandonia sobre todo, o es la impresión que me ha dado. Me ha recordado cuarto libro con tanto viaje, pero este está mejor porque hay más partes en las que se encuentran con gente y menos descripciones de bosquecillos y cervatillos.
Me sorprendió que la Gira de la Donier la realizara Ayla, Zelandoni, y todo el que se quería unir. Yo pensaba, por todo lo que hasta ahora sabíamos, que siendo algo de la zelandonia sólo iban a poder ir Zelandoni y Ayla.

También me ha faltado un reencuentro con el Clan, y especialmente que saliera Durc. Sí, creo que habría sido una buena idea, además como Ayla sueña tantas veces que se reencuentra Durc con su otro hijo (que de momento no tiene, porque es una hija)... Y están hablando tanto de hablar con el Clan, de cooperar, de conocerlos, blablabla... Esta es otra razón por la que me ha decepcionado. Entre este y el anterior libro crean unas expectativas que no se cumplen para nada, o casi. La niña de Ayla y Jondalar tampoco hace nada en la historia (casi como Jondalar, en realidad). ¿Y qué son esas raíces tan fuertes? Me gustaría saberlo. O a lo mejor es que la autora no ha pensado en una planta que exista y por eso no sale el nombre.

Respecto al final... no me ha parecido un final. Esperaba que quedara todo asentado y finalizado, y no ha sido así. El final es como el de los libros anteriores, en realidad no se cierra la historia sino que se podría continuar perfectamente. De hecho quedan muchas (muchas) cosas abiertas. Yo creo que la autora lo continuará más tarde o más temprano.

En conclusión, el libro ha estado bastante bien pero yo me esperaba otra cosa. Aun así lo recomiendo, si os gusta la saga, este último (de momento) libro también os gustará. Además, no la vais a dejar a medio leer ¿verdad? : D


Y tú, ¿lo has leído? ¿Qué te pareció en comparación con el resto de la saga? ¿Qué te faltó o sobró en este libro?

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